jueves, 7 de junio de 2012

RESULTADOS DEL COMPORTAMIENTO

Los jueces admiten que las sentencias a menores delincuentes se aplican tarde y mal

Las agresiones de hijos a padres se han doblado en un año.- El CGPJ atribuye los fallos del sistema penal a las "graves carencias" de recursos

RAQUEL RIVERA (CADENA SER)   06-02-2010
Los menores que cometen delitos esperan demasiado tiempo hasta cumplir la sentencia que le ha impuesto el juez. Un año o más cuando se trata de medidas en régimen abierto, como la libertad vigilada o los trabajos a la comunidad, que son las que más aplican los magistrados. A veces, incluso, el delito prescribe y nadie se ha hecho cargo del menor.
El Consejo General del Poder Judicial, CGPJ, reconoce que ocurre "muchas veces" y lo achaca a la falta de recursos, como educadores o plazas en los centros para estos chicos. La portavoz del poder judicial, Gabriela Bravo, asegura que la Ley del Menor no falla, y que el problema son las "graves carencias" de medios para hacer cumplir las sentencias: "Si una medida no se pone en práctica enseguida, o tarda un año, es absolutamente inservible".
El debate de endurecer la Ley del Menor ha saltado al plano político, a raíz del polémico caso de El Rafita, el chico implicado en el brutal asesinato de Sandra Palo en 2003 y que ha delinquido hasta en tres ocasiones. El PP reclama mano dura en las sentencias, incluso ha planteado la cadena perpetua revisable.
En cambio, jueces consultados por la SER se oponen a un endurecimiento de la ley, y responsabilizan a las comunidades autónomas, que tienen las competencias en la materia, de la falta de medios. "El fracaso no está en la ley, sino en la aplicación de la misma", arguye Marcelino Sexmero, portavoz de la Asociación de Jueces Francisco de Vitoria. La Asociación de Jueces para la Democracia va más allá y ve en el debate un interés electoral. "Este debate no se asienta tanto en resolver los problemas de delincuencia con rigor, sino que una exhibición de política de mano dura siempre supone un caladero de votos nada desdeñable".
Los trabajadores sociales también son contrarios a aplicar medidas más duras a los menores delincuentes, porque creen que sería contraproducente, complicaría su reinserción. Ana Isabel Lima, presidente del Consejo Nacional de Trabajadores Sociales, pide intervenir antes cuando un menor está en riesgo de convertir en delincuente.
La violencia en el hogar se dispara
Tanto educadores, como jueces y fiscales, se muestran preocupados por el alarmante incremento de las agresiones de menores en el hogar. En un año se han doblado los casos. Según los últimos datos de la Fiscalía de Menores, se investigaron más de 4.000 denuncias en 2008, el doble que el año anterior.
Los trabajadores sociales achacan este repunte a que en las familias se detecta "una escalada de violencia". Además, aprecian que los menores empiezan a delinquir antes.
Los jueces, no obstante, recuerdan que hay más casos de maltrato, porque los padres están perdiendo el miedo a denunciar a sus hijos, a pesar de ser un proceso muy traumático. En estas infracciones, la medida más eficaz, según los jueces, son los pisos de convivencia con educadores.

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